Por San Antonio y San Juan

 

Sentado a la fresca. Verano 2021.

Por San Antonio y San Juan. 16/06/2021

Saco mi silla a la puerta, con la puesta de sol, a la fresca. Vuelvo a esta pequeña vereda de encuentro por el Levante, en estos tiempos que muchos han visto perder a familia y amigos de forma anticipada, y viven tiempos duros en su empresa o con su trabajo, todo ha cambiado, ahora los compromisos y las prioridades son otras, en estos tiempos de cruel pandemia. Saldremos adelante, como ya lo hicieron otros, en tiempos de extremas dificultades.

No les hablare del AVE, de incumplimientos, ni de infraestructuras tan necesarias para el progreso de una región extrema como la nuestra. Nuestros padres y abuelos han transitado caminos pedregosos, sobre un carro, a lomos de una burra o de un tren con carbonilla, y hemos salido adelante.

 

Los veranos en el interior serrano de Almería, comenzaban al finalizar las fiestas de San Antonio, -13 de junio-, fiesta grande en muchos pueblos. Con San Antonio, comenzaban las madrugadas en la siega de cebadas, trigos y centenos, y después la trilla, con jornadas interminables, durmiendo sobre la propia mies, cuerpos rendidos sobre la era. Veranos sin descanso, hasta el día “La Virgen” – 15 agosto-, porque había que evitar alguna tormenta, que podría quitar de enmedio la cosecha, no parar, hasta tener el grano en las troces de la cámara y la paja en el pajar.

Con pocos días de diferencia, el verano en la costa, comenzaba con San Juan -23 de junio-, la noche de San Juan desechaba lo viejo, el baño de madrugada y el amanecer del día siguiente sobre Sierra Cabrera, marcaban el comienzo para buenas capturas y de unos meses de actividad en las labores de la mar con trabajo para todos.

Les hablo de tiempos pasados de carencias y dificultades, que se superaron. Ahora con muchos más medios, con gentes mucho mejor formadas no podemos renunciar para hacerlo mejor.

Formarse , Formarse....

No podemos volver para atrás, nuestros padres pensaban que la mejor herencia era la formación para los hijos, no podemos renunciar a estas ideas, pegados a un teléfono con lecturas de 15 caracteres y videos cortos, no son la formación suficiente.

Reivindico aquí la cultura del esfuerzo, del trabajo, LA FORMACION, frente a un mundo que dicen será “más digital”. No, si tienes suspensos hay que mejorar.

No se puede terminar la enseñanza básica sin capacidad de comprensión lectora, y sin escribir o leer tres párrafos seguidos.

Cierro esta pequeña reflexión, con el recuerdo y homenaje a esos maestros de la España rural, que hacían también un poco de padres y consejeros con sus alumnos, motivándolos y animándolos a formarse y a esforzase para ser mejores.

Y en estos tiempos, quiero trasladar también mi ánimo a los profesionales de la educación y padres, para que no se rindan, para que motiven y trasladen a los jóvenes la necesidad de formarse para un mundo mejor.

Todo esto, escrito bajo la chaparra centenaria, donde mi abuelo dejaba el apero al sestero, desde media mañana hasta la tarde, cuando las ovejas volvían al campo hasta bien entrada la noche.