Juan Goytisolo y Almería

 

Goytisolo y Almería.

"Recuerdo muy bien la profunda impresión de violencia y pobreza que me produjo Almería, viniendo por la Nacional 340, la primera vez que la visité, hace ya algunos años. Había dejado atras Puerto Lumbreras - con los tenderetes del mercado en medio de la rambla- y el valle del Almanzora, Huercal Overa, Vera , Cuevas, Los Gallardos. Desde un recodo de la cuneta había comtemplado las increibles casas de Sorbas suspendidas sobre el abismo. Después, cociendose al sol, las sierras ásperas, cinceladas a golpe de martillo, de la zona de Tabernas, corroidas por la erosión y como lunares. La carretera serpentea entre horcajos y barrancos, bordeando el cauce de un rio seco..." Campos de Nijar. Juan Goytisolo, año 1960.

Edito el 4 de junio de 2017, desgraciadamente nos ha sorprendido hoy la muerte del Premio Cervantes, en su Marrakech de adopción. Un heterodoxo heredero de Fernando de Rojas, Cervantes, Góngora, Mateo Alemán, Blanco White, Larra, Valle-Inclán, Luis Cernuda... Juan Goytisolo quiso estar del lado de los no triunfadores.

Goytisolo y la Almería de los cincuenta.

En este día de enero de 2015, mañana invernal aquí en Castilla, donde vivo, como en las tierras altas del interior de Almería. Internet y los medios digitales, nos hacen estar presentes en cualquier lado.

He visto la prensa  digital de Almería donde se recuerda a Goytisolo y veo las imágenes de mi familia, en el teléfono, nieve en el interior de Almería.

Después de limpiar de cenizas de la chimenea, quizás la costumbre que mantengo como recuerdo a la forma de vida de mis abuelos en los cortijos del interior de Almería, ya casi en Granada, ese olor a la  leña de encina por la mañanas al encender el fuego.



La prensa de Almería, me recuerda el libro de Goytisolo, “Campos de Nijar”, un recuerdo sociológico y viajero por la geografía más deprimida de la provincia de Almería.



Hace años, más joven, cuando leí Campos de Nijar, me resultaba familiar y cercano, la visión del subdesarrollo que se llevó a mucha familias, incluida la mía, de esta tierra seca, en busca de un futuro.

Hoy cuando ya pasas los cincuenta tengo otra visión de este libro, me recuerda a los viajeros ingleses en la España del XIX, tengo una visión menos sociológica del asunto, sin olvidar que gracias  a Goytisolo se ha coservado la memoria histórica de esta tierra a nivel universal.

Juan Goytisolo (Barcelona 1931-Marrakech 2017), estudio Derecho en la Universidad de Barcelona y se trasladó a Paris, en busca de un aire más respirable que la España de aquel momento a nivel intelectual. Más tarde, fue profesor en California, Boston y Nueva York, y hoy vive en Marrakech, como el mismo dice, en la periferia de todo.
Es considerado el escritor más importante de la narrativa española de lo que se llama “la generación del medio siglo”.

Goytisolo y Almería.

Goytisolo realizará unos cinco viajes a estas tierras de Almería entre 1956 y 1960, quizás motivados por viajeros anteriores como el poeta Luis Cernuda.

La elección de Almería como destino tuvo otro detonante curioso: la mili. De allí era la mayoría de los reclutas con los que el novelista coincidió en el Regimiento de Infantería Badajoz número 26, en Mataró: “Me llamaba la atención el desamparo educativo y social en el que vivían. La mayor parte eran analfabetos. Me interesaron mucho los giros idiomáticos que empleaban. Anotaba frases que me llamaban la atención. Me serví de ellas al redactar Campos de Níjar”.

El primer viaje lo realiza con su mujer Monique Lange, en 1956, la pareja se instala en la pensión Zamora de Garrucha, recorren en un Renault  4 las poblaciones y aldeas de las cercanías: Huércal Overa, Cuevas del Almanzora, Mojácar, Palomares, Villaricos.

En este caluroso mes de junio de 2017, en el que nos ha dejado Juan Goytisolo, se han publicado numerosos artículos en recuerdo del escritor.

Bajo el título “El hombre que trajo a Goytisolo” Manuel León en La voz de Almería, aporta el dato de porque Goytisolo elige Garrucha y la Pensión Zamora para hospedarse. Angel Zamora era un emigrante garruchero que trabajaba de electricista en el París de los cincuenta, allí se conocieron y el garruchero le hablo “ de las mujeres tapadas de Mojácar, de cuando los pescadores de Garrucha vieron en el horizonte el fuego de San Telmo, de la hipnosis que hacía el tío Andrés para curar la ictericia.”

Al final del verano de 1956 partió rumbo a Garrucha a conocer a la familia de su correligionario Angel. Se alojaron en la Pensión Zamora

Un mundo difícil para unos parisinos, belleza en el paisaje y subdesarrollo social. Las experiencias de este viaje le marcaran para siempre y le unirán a esta tierra.

Estas experiencias se verán reflejadas en su crónica “El viaje” que se sitúa en Garrucha, se detiene en la vida cotidiana de los personajes de la fonda y los baños en la extensa y solitaria playa. Cuando apenas llevan una semana, deciden descubrir nuevos lugares: «Durante quince días, recorrimos los pueblos de Almería y Granada -Albox, Purchena, Baza, Guadix- para bajar luego hacia la costa -Motril, Adra, Castell de Ferro, Almuñécar».

En agosto de 1958 y marzo de 1959 regresa sin Monique a Almería, explora a pie, en camión y autocar la conmovedora región de Níjar; también bucea de incógnito en el barrio de cuevas de la Chanca. El resultado de esta visitas “Campos de Níjar” y después "La Chanca".

Más tarde, vuelve a Almería con Vicente Aranda en 1960 para escudriñar aún en automóvil toda la zona y fotografiar los lugares descritos en el relato. Les acompañan Simone de Beauvoir y Nelson Algren, y en otra visita posterior con el cineasta Claude Sautet.

A partir de la incomprensible reacción airada del alcalde de Níjar y de otras autoridades de la provincia tras la publicación de la novela / crónica de viaje, Juan considera clausurada su estancia en Almería, no sin reconocer que “con una amargura y melancolía difíciles de expresar, renuncié a volver a ella, desposeyéndome de ese calor, familiaridad y apoderamiento que de un modo instintivo, compensatorio buscaría y encontraría en el Magreb”, entre 1960 y 1976 no volverá a viajar a nuestra tierra, Tanger y Marrakech serán sus tierras del sur.

Documental "El Regreso" dirigido en 2009 por Nonio Parejo.



Garrucha. Un recuerdo con imágenes en blanco y negro from Elcasar La Campiña on Vimeo.


Tenemos sus libros.

“En el verano de 1957 atravesé por primera vez la comarca almeriense de El Ejido. El alquitrán de la recta que la mediaba era como el filo de un evanescente cuchillo: una línea estrecha, emborronada por la calina, sojuzgada por un sol implacable; paisaje huérfano, pedregoso, de tierras áridas y arbustos mezquinos. Unos pocos edificios de una planta bordeaban la carretera: puestos de venta de alfarería y cerámica, dos o tres ventas, casucas enjalbegadas, algún almacén primitivo.

Recuerdo que al detenemos Monique Lange y yo, con nuestro diminuto Renault, los parroquianos de un ventorro acudieron a saludarnos: un coche con matrícula extranjera y conducido por una mujer no era pan de todos los días. Nos ofrecieron el agua fresca de un cántaro y aceptaron a cambio los cigarrillos de una marca para ellos desconocida.

Preguntaban si en Francia había trabajo, nos dictaban sus nombres y domicilios con la esperanza de obtener un contrato. Buscaban una salida de aquel mundo inhospitalario y agreste, con el pie en el estribo de un caballo todavía imaginario. Almería era entonces la Cenicienta de nuestras provincias. Una frase cruel, despectiva, abreviaba sus lacras y desdichas: "esparto, mocos y legañas". La vista de la pobreza ajena impulsa siempre las lenguas afiladas de quienes la observan desde arriba.

En 1961 rehíce el trayecto con Simone de Beauvoir, Nelson Algren y el futuro director cinematográfico Vicente Aranda. Nos paramos a otear el paisaje en un punto deshabitado y contemplamos el páramo que se extendía hasta el mar, moteado por unas escuálidas manchas de verdura. Alguien había perforado unos pozos y el agua subterránea alimentaba modestos huertecillos. La compañera de Sartre comentó: ."Quelle pauvreté! On s'y croirait en Afrique!"

 

Documental El Cabo de Gata en los 70



 

Documental en Francés, Carboneras año 1973.

Coto Vedado. Juan Goytisolo. 1985

Amarga como la tuera: así define su patria chica el mozo que, tendido con vosotros sobre la arena, abarca con un vago ademán del brazo el país áspero y calcinado, la playa desdibujada por la calima, el pueblo blanco y escueto, sumido en el letargo abisal de la siesta : tierra expoliada y exangüe, minas abandonadas, chimeneas en ruina, negruzca profusión de escoriales : testimonios de una euforia pasada que agravan por contraste la inhóspita impresión de indigencia : vidas horizontales, bostezo de cuevas, desolación calcárea, pertinacia ancestral : mujeres de luto, prematuramente gastadas, cargadas de cántaros junto al aguaducho : campesinos sonámbulos, reatas de mulas, hombres callados y tristes acogidos a la paz de un sombrajo : ninguna mudanza ni expectativa de cambio : soledad, reiteración, monotonía, deseos de huída, de sacudir el polvo adherido a la suela de los zapatos : emigrar a Madrid, Barcelona, Francía, adonde sea : el precio de un billete de autocar y una maleta con su única herencia : su condena brutal y tambien su esperanza.