Geoda Pulpí

 

Geoda gigante de  Pilar de Jaravía, Pulpí.

Diciembre de 1999, Pulpí, Almería. Un grupo de mineros descubren una geoda gigante en una antigua mina de plata. El maravilloso hallazgo estaba recubierto de inmensos y transparentes cristales de yeso, y alcanzaba prácticamente los nueve metros de longitud por dos de alto. Se trata de la segunda Geoda más grande del mundo, solo por detrás de la Mexicana Naica.

 

Los estudios llevados a cabo en relación con el impacto de los visitantes en los cristales en términos de CO2 y la temperatura han dado resultado negativo, en otras palabras, que arruinaría este tesoro, único en el mundo, si el yacimiento es accesible de forma masiva.

Tras años de investigación en pos de que el público tuviera la posibilidad de descubrir este prodigio (además de las posibilidades económicas que supondría para la región explotarlo turísticamente) fue la tecnología la que trajo de su mano la solución. La realidad virtual y una empresa murciana fundada en 2009 y pionera en dicha tecnología fueron las artífices de dejar al público boquiabierto ante el inmenso conjunto de cristales de yeso.

No obstante, esta iniciativa no solo destaca por su contenido tecnológico o por su sentido histórico y cultural: lo hace también porque ha logrado la reactivación turística en una localidad de apenas 8.000 habitantes. Cualquiera puede 'entrar' virtualmente a la Geoda por un par de euros gracias a los dos puestos para Oculus Rift situados en el Castillo de Terreros, el centro de interpretación de la maravilla de yeso y por el cual han pasado ya más de 30.000 personas.

Visita virtual.